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William Shakespeare:
  • El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en prevenir las aflicciones futuras.
  • Hay más cosas en el cielo y en la tierra, que todas las que pueda soñar tu filosofía.
  • Morir, dormir, tal vez soñar- ¡Ay! Ahí está el problema, pues lo que podemos soñar después de despojarnos de esta envoltura carnal debe hacernos reflexionar.
  • Si pudiera exaltar tus bellos ojos y en frescos versos detallar sus gracias, diría el porvenir: "Miente el poeta, rasgos divinos son, no terrenales".
  • Tan imposible es avivar la lumbre con nieve, como apagar el fuego del amor con palabras.
  • ¡Ay señor! Ser honesto, tal como va el mundo es ser un hombre escogido entre diez mil.
  • El mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres son meros actores.
  • El pesar oculto, como un horno cerrado, quema el corazón hasta reducirlo en cenizas.
  • La alegría es la salsa de las cenas.
  • Mira que a veces el demonio nos engaña con la verdad, y nos trae la perdición envuelta en dones que parecen inocentes.

Madre Teresa de Calcuta:
  • El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.
  • El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.
  • Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido.
  • El que no vive para servir, no sirve para vivir
  • Muchas veces basta una palabra, una mirada, un gesto para llenar el corazón del que amamos.
  • Debemos amar la oración. La oración dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que dios nos hace de sí mismo.
  • Preferiría cometer errores con gentileza y compasión antes que obrar milagros con descortesía y dureza.
  • El amor es un fruto que madura en todas las estaciones y que se encuentra al alcance de todas las manos.
  • Para que el amor sea verdadero, nos debe costar. Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos.
  • Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura, es mi hermano o mi hermana.
  • El sufrimiento de unos puede ser provocado por la ambición de otros.
  • Nosotros predicamos un Dios bueno, comprensivo, generoso y compasivo. Pero, ¿lo predicamos también a través de nuestras actitudes? Si queremos ser coherentes con lo que decimos, todos deben poder ver esa bondad, ese perdón y esa comprensión en nosotros.
  • No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler.
  • Si realmente queremos amar, tenemos que aprender a perdonar.

Pablo Neruda:
  • Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
  • La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad.
  • Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
  • El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti.
  • Desnuda eres tan simple como una de tus manos: lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente. Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
  • Amo el amor que se reparte en besos, lecho y pan. Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz. Amor que quiere libertarse para volver a amar. Amor divinizado que se acerca Amor divinizado que se va.
  • Y cuando asomas suenan todos los ríos en mi cuerpo, sacuden el cielo las campanas, y un himno llena el mundo.
  • Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, te pareces al mundo en tu actitud de entrega.

Gabriel Garcia Marquez:
  • Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.
  • El amor se hace más grande y noble en la calamidad.
  • En todo momento de mi vida hay una mujer que me lleva de la mano en las tinieblas de una realidad que las mujeres conocen mejor que los hombres y en las cuales se orientan mejor con menos luces.
  • La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
  • Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
  • Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
  • No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible.
  • Si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.
  • Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Friedrich Nietzsche:
  • Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.
  • Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño.
  • Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.
  • La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.
  • La espiritualización de la sensualidad se llama amor.
  • El miedo ha favorecido mas el conocimiento general del ser humano que el amor, pues el miedo quiere adivinar quién es el otro, qué es lo que puede, qué es lo que quiere: equivocarse en eso constituiría un peligro y una desventaja. El amor, por el contrario, tiene un secreto impulso a ver en el otro la mayor cantidad posible de cosas bellas o a elevarlo lo mas alto posible: equivocarse a ese respecto' seria para el amor un placer y una ventaja, y actúa de ese modo.
  • Los que mas han amado hasta ahora al ser humano le han hecho siempre el máximo daño: han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.
  • ¿De dónde surgen las pasiones repentinas de un varón por una mujer, las pasiones hondas, entrañables? De lo que menos, de la sola sensualidad; pero cuando el varón halla juntos en una sola criatura el desamparo, la debilidad y, a la vez, la altanería, en su interior es como si su alma quisiera desbordarse: queda conmovido y ofendido en un mismo instante. En ese punto brota la fuente del gran amor.
  • Alguien dijo: "hay dos personas sobre las cuales nunca he reflexionado a fondo: es el testimonio de mi amor por ellas".
  • Lo que percibe el sentido y conoce el espíritu nunca tiene su fin en si mismo. Sin embargo, el sentido y el espíritu quisieran hacerte creer que son el fin de todas las cosas; tal es su soberbia.
  • Enderezaste tus pasiones hacia tu meta suprema; entonces se convirtieron en tus virtudes.
  • Quien escribe con sangre, y escribe sentencias, ha de ser no leído, sino aprendido de memoria.
Aristoteles:
  • El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
  • Es preciso que la filosofía sea un saber especial, de los primeros principios y de las primeras causas.
  • Por aquello que llamamos justo queremos decir lo que es legal, lo que es limpio y equitativo.
  • Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.
  • Las ciencias tienen las raíces amargas, pero muy dulces los frutos.
  • No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje.
  • Es de importancia para quien desee alcanzar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo.
  • El mando de muchos no es bueno; basta un solo jefe.

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